Antonio García Madrid: "La mayoría de los educadores y de las escuelas han centrado la atención en la ingeniería del aprendizaje"

Antonio García Madrid es salamantino, licenciado en pedagogía y filosofía, doctor en ciencias de la educación, catedrático en la Facultad de Educación de la Universidad Pontificia de Salamanca y profesor de teorías, política y economía de la educación.

Durante su intervención en el III Congreso Nacional de Pedagogía Amigoniana con la ponencia “Desafíos de la educación hoy”, García Madrid ha tratado algunos de los desafíos que hoy se nos plantean y nos preocuparan en el ámbito de la educación.

El catedrático ha señalado que “la mayoría de los educadores y de las escuelas han centrado la atención en la ingeniería del aprendizaje. Sólo hay que consultar las publicaciones que intentan demostrar qué método es el mejor, mirar los sistemas nacionales, los logros que se quieren conseguir, etc. El panorama educativo está inundado de estos asuntos. Hubo un tiempo en el que los educadores se hacían famosos por su capacidad para proporcionar motivos para aprender; ahora lo hacen por su capacidad para inventar métodos. Los errores de este planteamiento son muchos, siendo el más importante el que distrae de las cuestiones importantes de la educación, como la de las buenas razones para embarcarse en tal proceso (el sentido que nos dé fuerzas y justifique los esfuerzos)”.

El mensaje a los jóvenes es: “Si prestas atención en la escuela, haces tus deberes, sacas buenas notas y te portas bien, serás recompensado con un trabajo bien pagado cuando termines”. El mensaje o idea central de la autoridad, del sistema, consiste en afirmar rotundamente que el propósito de la escuela no es otro que preparar a los jóvenes para una entrada exitosa en la vida económica de la comunidad.

García Madrid ha apuntado que hoy predomina entre nosotros el objetivo del riesgo compartido frente al riego personal, es decir, predomina la seguridad de todos antes que el desarrollo de la singularidad individual. Ha subrayado que, según un estudio de la Fundación Santamaría, existen cinco clases de jóvenes: anti-institucionales [5%], altruistas [12,22%], institucionales ilustrados [29,67%], retraídos sociales [28,3%] y libre-disfrutadores[24,68%].

Sobre la formación religiosa en el mundo laico, García Madrid ha hecho referencia a que la dignidad humana, fundamento de los derechos humanos, es también el fundamento de la ciudadanía y de la auténtica religión. También ha añadido que se es ciudadano antes que creyente o increyente, ya que el diálogo es imprescindible para buscar una ética mínima de valor universal que garantice la convivencia. No se puede prescindir ni minusvalorar el fenómeno religioso ni su enseñanza. Las creencias son elemento esencial de la vida, de la sociedad, de lacultura y dela educación.

Para concluir, García Madrid ha señalado que “la escuela laica es la escuela que respeta positivamente la libertad de pensamiento, de conciencia, de religión y opciones ideológicas, morales y políticas de todos los alumnos, de sus familias, de los profesores y de cuantos trabajan en el centro. No es, por tanto, una escuela atea, agnóstica, ni antirreligiosa o anticlerical. Es una escuela que acepta el hecho religioso en su pluralidad, sin imposición alguna religiosa o ideológica, y sin impedir que nadie manifieste sus creencias. La escuela laica es la escuela de todo el pueblo y de todos los ciudadanos”.

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