Maestros en integración

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Expertos de 20 países analizan en Valencia los métodos de fray Luis Amigó para la inclusión social de los jóvenes

«No nos importa el delito, nos importa la persona». Esta frase resume la filosofía de la pedagogía amigoniana, orientada a mejorar las condiciones de vida de las personas vulnerables y en riesgo de exclusión, especialmente los jóvenes y los niños. Como explicó ayer elcoordinador ejecutivo de la Fundación AmigóFelipe Tobón, «nosotros abrimos la puerta a las posibilidades que tienen las personas que se encuentran excluidas».

Para analizar estos métodos, intercambiar experiencias y abordar cuáles son los nuevos retos de la enseñanza, 350 profesores procedentes de 20 países de cuatro continentes se reúnen hasta hoy en Valencia en el marco de la segunda edición del Congreso Internacional de Pedagogía Amigoniana.

El congreso está organizado por la Fundación Amigó y por los religiosos amigonianos, que deben su nombre a la Congregación de los Terciarios Capuchinos de Nuestra Señora de los Dolores, conocidos como amigonianos por su fundador, el valenciano Luis Amigó. Nacido en Massamagrell, inició su apostolado entre los reclusos de los penales, donde también había jóvenes. Allí entendió la necesidad de realizar un trabajo preventivo a favor de niños y adolescentes.

Presencia en España

Una labor que sigue realizando la fundación que lleva su nombre, presente en todo el mundo y que, por ejemplo en España, tiene proyectos en diez autonomías. Entre ellas, la Comunitat, donde cuenta con centros residenciales y de día que sólo en 2011 atendieron a 1.600 jóvenes, la mayoría españoles.

En Valencia coordinan los centros municipales de juventud y desarrollan proyectos en diversos barrios, entre ellos el Cabanyal, donde tienen un programación de atención a jóvenes que han ejercido violencia filio-parental. Según detalló Felipe Tobón, «es fundamental abordar la inclusión de estos adolescentes desde la perspectiva de protección y recuperación. Por ello, trabajamos para el restablecimiento de la norma o la autoridad pero desde el afecto y la cercanía».

Como recordó el portavoz de la entidad, «son jóvenes que forman parte de la sociedad». Y, como parte de ella, «son la población más vulnerable porque son más permeables. Los niños y jóvenes tienen problemas, pero no son el problema. Son portavoces de los nuevos fenómenos sociales».

De esos fenómenos surgen los nuevos retos de la inclusión social y educativa de los jóvenes, que se abordaron en la conferencia inaugural pronunciada por la vicerrectora de la Universitat de València, María Vicenta Mestre, y que contó con la presencia del arzobispo de Valencia, monseñor Carlos Osoro. Entre ellos, «los nuevos escenarios de riesgo vinculados con las nuevas tecnologías y la banalización de la vida y la violencia filio-parental por una caída de la autoridad».

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